jueves, 26 de marzo de 2015

Rajasthan, Jaipur

Nuestra ciudad de entrada al Rajasthan.

Las Afueras de Jaipur
 Aterrizamos sobre las 21,30hs en la ciudad, después de un corto vuelo desde Mumbai.
A la salida del Aeropuerto nos esperaba un hombre entrado en años, que nos iba a acompañar hasta el hostel. Este simpático hombre en ningún momento estuvo de acuerdo en que me ponga el cinturón de seguridad, llamativamente, me instaba a que me lo quite.
Para que sepas, en la India se conduce “sin reglas” simplemente viajan hacia adelante  y van tocando bocina una y otra vez, cosa que esto ya lo había visto en otros países de Asia, por eso  la clave es cruzar despacio y dar tiempo a que te esquiven los automóviles, si cruzas rápido, perdiste.
El viaje nos costó 500 rupias , para hacer 13km, con el tiempo aprendimos la lección nos habían clavado con el precio, ese trayecto se puede hacer por mucho menos, pero bueno, con errores aprendemos.

 El hostel, era básico,  teníamos habitación doble con  baño privado, y también el lugar contaba con una pequeña cocina, la cual usamos alguna noche. Los dueños buena gente, pero intentan todo el tiempo que hagas excursiones o reserves viajes através de ellos. Este tipo de situaciones nos acompañaran el resto del viaje.
Jaipur para mí, no es una ciudad a la cual me gustaría volver a visitar, me pareció muy caótica, dirás para qué vas a la India  si hay caos en todos lados, pero no, en algunos lados, el caos es más llevadero que acá.
Calles de Jaipur
En este lugar es donde más pude sentir el acoso de muchos Indios para con los extranjeros. Cada pocos metros nos paraban tuktuks, vendedores, chicos que nos prometían una buena vista de un lugar, si entrabamos al tal sitio y luego de seguro había que pasar por alguna parada para dejar propina o algo similar. En un momento mi compañera, se acercó con un mapa a un tuk tuk, y de la nada la rodearon 6 choferes, que aparecieron de la nada, lo mejor que hice fue sacarla de ahí en un segundo. La impresión que tuve ahí fue que todo el mundo quería sacar provecho de nosotros, los occidentales
A la mañana siguientes fuimos caminando hasta el centro de la city, el cual quedaba a 4km que se podían traducir en tiempo a más de 1,30h caminando, esquivando animales y desechos, pero es la mejor forma de conocer el lugar en donde uno esta. Quizás la forma más fácil y rápida es ir en Rickshaw, por suerte no fue así, ya que en Jaipur en una de las ciudades en donde tuvimos que discutir por el precio de un viaje.
La ciudad Rosa, así la llaman, tiene en su centro, una gran cantidad de tiendas dedicadas al rubro textil, alimenticio, reparación de bicicletas, y otros tipos de comercios.
El particular apodo lo debe a que hace poco más de 100 años, ante una visita del Príncipe de Gales, las autoridades decidieron pintar la ciudad con un tono arenisco, que se asemejaba al rosado, en señal de gratitud.
Palacio de los Vientos
Caminando por el centro, es un experiencia única, ya que los nervios  y la paciencia juegan un papel fundamental. Yo siempre digo, que hay que ir cautos, que todo lo que sucede ahí, es parte de la diversión y de la aventura de un viaje, y si uno prefiere evitar este tipo de coche cultural, lo mejor es no salir, o bien, viajar con agencia de viajes.
La primera parada es el Palacio de los Vientos, es una belleza por fuera, desconozco como es por dentro, si te paras en la vereda de enfrente te das cuenta que la forma de la fachada es como de la cola de un pavo real, y podrás ver una gran cantidad de ventanas pequeñas, las que en su época permitían que las mujeres vean desde el interior hacia afuera  sin ser vistas por la “chusma”.
El nombre lo debe justamente a que esa cantidad de ventanas, permiten el paso del viento bajando la temperatura del lugar, incluso en las calurosas tardes del verano.
En Jaipur hicimos muy poco, lo más interesante fue el Amber Fort, que lo encontras en las afueras de la ciudad, la forma sencilla y rápida es con un TukTuk.
Él  te deja afuera y de ahí, podes subir hasta la entrada principal  con tus propias piernas o bien podes subir en el lomo de un elefante, esto último te aseguro que es mas caro, muy turístico por que hay que esperar mucho para lograr subirte a uno, y cruel. Is your choice.

Amber Fort
El fuerte está construido sobre las bases de otra fortaleza cuya antigüedad es de 1000 años, el Amber Fort es ”más cercano.”
Dentro me quede sorprendido por la belleza de la ornamentación y del grosor de sus murallas,  en pocas palabras un lugar estratégicamente ubicado y con una defensa digna de repeler cualquier agresión.
En el patio esta la Ganesh Pol, es una puerta de 3 alturas que da el ingreso a las estancias privadas,  lo más impresionante   fue ver el Jardín de los espejos, es una galería con una gran cantidad de espejos pegados en la pared, lo que le  permitía a los habitantes del lugar poder caminar de noche solo con la ayuda de una pequeña vela, ya que la luz se reflejaba en todos los espejitos.
Pase 2 hs recorriendo el lugar, dejando que mi imaginación vuele hacia la época en que estaba habitado por la realeza  y por otros visitantes en esos momentos, nada muy diferentes a la realidad, porque el lugar estaba lleno de gente, imagínate que de 10 personas 8 eran indios, y el  volumen de visitantes era importante. Hay que tener en cuenta un pequeño detalle, que todos los Museos de la India,  y muchas atracciones, tienen un precio especial para los nacionales, y otro para el  extranjero.


Patio de los Espejos
Saliendo del Amber Fort, en la misma carretera que va hacia Jaipur, está el magnífico Jal Mahal o palacio del agua, es hermoso, el lago que lo rodea no siempre está lleno de agua, pero en la época que va después de los monzones, alcanza un volumen  importante lo que hace que sea un lugar muy bello para admirar, en mi opinión uno de los que más me cautivo en el Rajasthan.


Esa misma tarde fuimos al Albert Hall Museum, está en las afueras de la Pink City, si realmente te gustan los museos no dejes de ir, acá podes encontrar una importante colección de joyas, materiales de guerra, esculturas antiguas y colecciones de arte  oriental, grecorromano, egipcio y por supuesto hindú.

Como te dije antes, no le dedique mucho tiempo a Jaipur, así que a la Mañana siguiente fuimos hasta la estación de trenes, a esperar nuestro tren con destino Ajmer . Nuestra segunda parada en el Rajasthan
Tren Ajmer

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